Metodología Condicionada (The Wall)

Utilizar metodologías activas integradas en el modelo Flipped Classroom implica, necesariamente, que hay que evaluar de otra manera. No podemos cambiar la metodología sin cambiar la evaluación
Esta es una cita extraía de este artículo publicado en http://www.theflippedclassroom.es
Al respecto suelo reflexionar bastante, y a colación lanzo esta duda:
¿Qué pasa si te obligan a evaluar mediante un examen memorístico? ¿Cómo implementas la Clase Invertida con un muro en forma de inercia tradicionalista, anacrónica, obsoleta?
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Se me ocurren dos situaciones que veo en mi día a día como docente:
EJE PEDAGÓGICO: EL CONTENIDO, SU EVALUACIÓN Y EL DOCENTE (Es decir, repetir el mismo contenido de la misma forma, curso tras curso)
  • Mismos contenidos + misma secuenciación (clase por clase) + misma forma de evaluar = metodología muerta/aprendizaje pasivo en el que el profesor puede ser sustituido por cualquier otra persona o máquina.
 
EJE PEDAGÓGICO: EL ESTUDIANTE (Abolición de la clase magistral)
  • Mismos contenidos (aunque adaptados) + secuenciación adaptada + evaluación subjetiva (o mixta) = metodología flexible en la que el profesor puede potenciar el aprendizaje de cada estudiante como una guía mediante un proceso de enseñanza-aprendizaje activo.
Se me ocurre un ejemplo que, de hecho, vamos a intentar poner en marcha en nuestro conservatorio (con el permiso de mi jefe de departamento ;), a través de una sincronización interdepartamental:
  • Asignatura de instrumento (5º curso de EPM): Sonata de Mozart 
  • Asignatura Análisis Musical: Sonata de Mozart (¡¡NO BARROCO!!!)
  • Asignatura Historia: La época de Mozart (¡¡¡NO BARROCO!!!)
  • Asignatura Optativa (en mi centro «Piano Aplicado»): Ejecución (mecánica e interpretación) de las «reducciones armónicas» extraídas de la Sonata de Mozart. Su interiorización mediante la práctica instrumental y auditiva.
 
¡¡¡Por mucho que nos empeñemos en estudiar el Barroco en el primer curso de Análisis!!!
 
Sé que no estoy loco; algo me dice que ese es el camino para un aprendizaje significativo en el conservatorio.

Desarrollo de la atención y concentración y el uso de tecnología

La siguiente reflexión surge de la pregunta que lanzó un participante de mi curso sobre tecnologías en la enseñanza musical: ¿ El empleo de las TIC estimula el desarrollo de la atención y la concentración en la tarea ?

LA RESPUESTA ES ¡NO!

Ninguna herramienta o ninguna estrategia metodológica per sé estimulan capacidades en los discentes; así, en general. El empleo de tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje puede optimizar cualquiera de los aspectos del mismo, si son bien empleadas; con coherencia, planificación, calidad, cuidado, mesura, optimización, etc. Por el contrario, un mal uso de las mismas llevará al fracaso del docente y por ende del estudiante. Por ejemplo, el uso del móvil traerá la desconcentración del estudiante (no lo asocia a aprender), o la ingente cantidad de información de la red nos desborda y despista de los verdaderos objetivos concretos de aprendizaje.

Por otro lado, el empleo de estrategias vigentes desde hace siglos, pueden ser perfectamente útiles para estimular la concentración y atención. Por ejemplo, en un aula de conservatorio repetir 50 veces la misma escala puede llevar la atención y concentración al límite cual «mantra» -no sé con qué finalidad, supongamos que es por una buena causa-. Dicho esto, tras ese límite (no creo que sea muy alto en niños de 12 a 16 años) todo se ha perdido.

Para que el empleo de TIC, TAC o cualquier estrategia que implipique tecnología tenga sentido, hemos de llevar a cabo una curación de contenidos seria y oportuna. No menos importante es insertar estos recursos de una forma sana y sensata en un proceso de enseñanza-aprendizaje más idóneo en una sociedad del siglo XXI.

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Me he interesando mucho en los últimos años por la tecnología aplicada en la enseñanza de la música, y los cursos que llevo adelante implican tecnologías y nuevas metodologías. Pero optimizar atención y capacidad de concentración son aspectos del individuo que trascienden a la herramienta/método/proceso mismos (tecnológicos o no). En este sentido creo que el ideal de un centro de enseñanzas elementales y medias es un modelo que promueva el aprendizaje significativo (real y enriquecedor de la vida del alumno) y -en parte- autónomo y que involucre diversas capacidades del alumno en el proceso. Para ello, como digo, se pueden usar tecnologías, o no.

Interpretación musical con dispositivos móviles

«La tecnología ha desdibujado las distinciones entre compositores, intérpretes y oyentes”. Esta es una de las múltiples referencias de John Cage a la tecnología en su obra «Escritos Al Oído». Cage, J., & Pardo, C. (1999). Escritos al oído. Murcia: Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia : Librería Yerba : Cajamurcia. Pág. 168

Vamos a abordar el papel de los dispositivos móviles en el mundo musical atendiendo a esos tres aspectos que citaba Cage: crear, interpretar y escuchar. Y empezaremos por la interpretación.

Hoy, en el campo de la interpretación, podemos encontrar algunas apps para sustituir las antiguas partituras de papel, almacenándolas y reproduciéndolas desde una tablet. Buenos ejemplos de ello son «PiaScore», o las apps asociadas a los software de notación de ordenador; Musescore, con su app para iPad, Finale con su app «Songbook» o «Avid Scorch», la app de Avid Sibelius. Algunas de estas apps son citadas en el artículo «Las partituras que vienen. Leer música en dispositivos móviles», por la Dra. Andrea Giraldez.

Estas apps nos aportan movilidad, sí. Y eso es muy importante en el contexto de una enseñanza instrumental personalizada, o de músicos con un repertorio enorme. Pero aun tienen funciones limitadas, y su empleo no es tan conveniente como parece a priori, pues requiere de una pre-maquetación de las partituras en las aplicaciones de ordenador -o en el caso de PiaScore, de una pre-maquetación del PDF-, para una visualización y gestión de páginas en concierto cómodas desde la tablet. Su verdadera aportación se centra en el almacenamiento de una enorme cantidad de material, que normalmente no podríamos manejar en papel. En este sentido, sería conveniente evitar el aparataje y la instalación de tecnología punta que pone en escenario el Cuarteto de Cuerdas Borromeo, para llevar a cabo una cuestión tan elemental como leer las partituras. Y es cierto que para este propósito, los dispositivos móviles, en este caso las tablets, cumplen el papel. Aunque, ciertamente, el propio papel cumple ya «el papel» 😉

Por otro lado, tal vez sí podría resultar cómoda la función de pasar las páginas con un pedal por Bluetooth como nos permite el AirTurn. Muy útil en ocasiones en que no tenemos a nadie que nos pase las páginas. Sé que habrá quien esté pensando, … ya, ¿y si falla el bluetooth?…

Ahorro de espacio, flexibilidad, comodidad, …son algunas ventajas las que aporta el empleo de dispositivos móviles en el campo de la interpretación. Aun así, no podemos decir que estas herramientas sean verdaderamente una revolución en el campo de la interpretación. Y es que el empleo de la tecnología en la música no siempre es positivo, y desde los mismos inicios de las “máquinas musicales”, Cage alertaba sobre el la dudosa utilidad o valor  artístico y estético del empleo de la tecnología para imitar lo que se había hecho siglos atrás:

“La mayor parte de los inventores de instrumentos eléctricos intentaron imitar los instrumentos de los siglos 18 y 19, del mismo modo que los primeros diseñadores de automóviles copiaron los carruajes. Cuando theremin aportó un instrumento con posibilidades realmente nuevas, los thereministas hicieron todo lo posible para que sonara como un viejo instrumento, imponiéndole un vibrato asquerosamente azucarado, e interpretando con él, dificultosamente, obras maestras del pasado. Aunque el instrumento es capaz de una amplia variedad de cualidades de sonido, que se obtienen girando el dial, los thereministas se comportan como censores, dándole al público los sonidos que piensan que le gustaran. Nos protegemos de las nuevas experiencias sonoras.” (Cage, J., & Pardo, C.,1999: 52)

En relación a esto, queremos subrayar lo desafortunada que nos parece la idea de “ejecutar” (casi fusilar), que no interpretar, música creada para instrumentos del pasado, con artefactos de nueva tecnología. Así, atendiendo al vídeo «Making of: BACH Aria «Großer Herr» on mobile devices – recording session», del DigiEnsemble Berlin (sí, no todo lo que nos llega de Berlín es gloria) y escuchando de modo crítico lo que ahí se propone, nos resuenan las palabras de Cage, y nos damos cuenta de que un dispositivo de nueva tecnología, no debería, ¡no está concebido para ello!, ser usado para ejecutar torpemente, y sin ningún ápice de musicalidad ni calidad tímbrica, una obra que no fue compuesta para ello.

Somos usuarios proactivos («prosumers«) de tecnología, la ponemos en práctica en el aula, y la insertamos en nuestro proceso creativo, disfrutamos con ella y sus beneficios (¡!), pero todo tiene un límite, y es que lo que se nos muestra en ese vídeo, y otros tantos que circulan en esa gran Caja de Pandora que es Youtube, no aporta nada nuevo ni mejor para con la interpretación de esa música. Al contrario, suena mal y sin expresividad (lógico, son ceros y unos amontonados).

Tiene, a todas luces, más sentido, el empleo de nuevos instrumentos para interpretar NUEVA música, con sus nuevas características. Ya sea música popular, como Neil Johnston hizo con sus alumnos, o ya sea otro tipo de creación sonora del presente, como por ejemplo nos propone Marcos Martí aquí, o como podemos hacer con la App Samplr.

Otra música, creada para ser interpretada por otros instrumentos. Otros instrumentos para concebir otras músicas.


Primera entrada de la serie «Dispositivos móviles y música: crear, interpretar y escuchar».

«Use Less Paper, and be more organized».

Sí, esa podría ser mi máxima para conseguir una completa organización de los materiales, empleando menos papel, carpetas, estanterías, fundas de plástico, etc. Tanto los recursos que uso en clase, como los que comparto con mis estudiantes.

En pos de ese empleo cada vez menor de papel -sí, sé que es muy poco romántico, y que como el papel y el lápiz no hay nada…etcétera- he testeado con bastantes horas de vuelo algunas de las mejores aplicaciones de escritura y marcado a mano sobre tablet (iPad). Sobretodo, he estado buscando las que más pueden resultar útiles en el campo de la enseñanza de la armonía, la composición y el análisis musical, así como para escribir música a mano. En el entorno de las Enseñanzas Profesionales de Música (nombre que no comparto, y que matizo, grado medio de música en el conservatorio).

Estas son algunas de las que he probado: Noteshelf, Good Notes, Penultimate, pero, con diferencia, la mejor, la más útil, la más eficiente, la que mejores resultados me da al escribir y marcar con un Stylus a mano, es, sin duda, Notes Plus.

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Por sus funciones, es resulta especialmente útil como pizarra digital. Podemos redactar textos largos, o esquemas, pintar, marcar una partitura, etc., todo al tamaño que más cómo nos resulte a nosotros, mientras nuestros alumnos están visualizando (a través de la salida a una pantalla VGA) la gráfica (o partitura, o pentagramas, etc.) completa.

Antes he hablado el empleo de un Stylus. Bien, en mi caso, hemos dado con el ideal. Conectado mediante Bluetooth, este Bamboo Fineline 2 es bastante preciso. Se acabaron los problemas a la hora de marcar el análisis de una partitura, o de plantear un ejercicio de armonía con procesión, por culpa de la enorme punta de goma de nuestro viejo stylus «analógico».

No he probado todas las apps ni todos los Stylus, pero sí muchos de ellos, y hasta ahora, la mejor combinación para ser más productivo en el aula de análisis y armonía, con menos papel, son las que os he comentado en este post.

Calidad educativa vs Condiciones laborales.

Han pasado unos días para dejar enfriar/reposar mis ideas sobre el tema que quiero tratar. No quiero dejar pasar la oportunidad de dejar constancia en este espacio de mi pensamiento sobre las condiciones laborales de la mayor parte de los que ejercemos la docencia en el sistema público de enseñanza.
Finaliza un nuevo curso como profesor interino en la Región de Murcia. Y no quiero dejar pasar la oportunidad porque estoy absolutamente convencido de la estrecha relación entre las condiciones laborales del personal docente y la calidad del sistema educativo que dicho personal puede (podemos) llevar a cabo en el aula.
Antes de presentar mi pequeña reflexión, un poco de hemeroteca:
Como mis compañeros (todos) saben, y tal como se refleja en los artículos enlazados, hacemos exactamente el mismo trabajo que los funcionarios. Algunos incluso hemos aprobado una oposición (sin conseguir plaza, porque hubo otros aspirantes que con más nota lo merecían más), como los funcionarios. Además,  trabajamos jornadas parciales efímeras, pues cuando ya no hace falta nuestra vacante, nos quedamos sin trabajo.
Malas condiciones para la renovación, malo para la innovación. 
No tenemos los mismos derechos. Sufrimos incertidumbre laboral curso tras curso, lo que redunda en la calidad de preparación de nuestro trabajo de un curso al siguiente. Y redunda en nuestra capacidad de renovación, aprendizaje, etc. Algunos, solo algunos, decidimos invertir tiempo, energía y dinero en formarnos y aprender nuevos métodos, nuevas técnicas o nuevos recursos (tecnológicos o no). Sí, lo sé, los trabajadores del sector privado sufren esa incertidumbre cada día. Pero he aquí el punto de conexión de este tema con la filosofía que promuevo desde Kumoi Geek; en nuestro caso, en el de los profesores «temporales a tiempo parcial», la precariedad redunda directamente en la calidad de la formación que reciben los niños y jóvenes estudiantes de nuestra región.
¿Es eso lo que queremos para un país del supuesto primer mundo?
Por si aún no quedamos bien ninguneados en comparación con nuestros compañeros funcionarios con plaza de la misma región, y del mismo centro de trabajo, para optar a plazas definitivas en oposiciones, se nos obliga a competir en inferioridad de condiciones contra los interinos de otras comunidades en las que sí se los mantiene en plantilla doce meses consecutivos por curso. Y lo más absurdo, mis compañeros del cuerpo de maestros, compiten en inferioridad de condiciones en cuanto a meses trabajados respecto de los trabajadores de la escuela concertada, que sí se mantienen en plantilla durante el verano, sufragando sus nomibas, por cierto, con dinero público. Por lo que en cada oposición traen más puntos por curso que nosotros.
Como recoge una compañera interina en esta nota,  cada año destinado a preparar una oposición es una año perdido para el docente interino, fuera y dentro del aula. A nivel personal, pero también a nivel docente y profesional.
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En fin… no sé hacer las cosas mal hechas, no me educaron para hacer eso. Así que no dejaré de innovar y formarme para tratar de ser mejor docente cada curso, sin plaza y con ella (si llega el «milagro» algún día). Porque nuestros estudiantes no tienen la culpa de la gestión de nuestros gobernantes. Y lo que es más importante, mi pasión por la música y la enseñanza de la música está por encima de las condiciones laborales del profesorado.

La clase «teórica» del conservatorio… volteada!

Flipped Classroom en la clase «teórica» del conservatorio
Escribimos este artículo en pleno proceso de consolidación sobre el uso del Flipped Classroom. Aun con mucho por hacer, con muchos datos positivos, y otros aspectos muy mejorables. Pero con la idea clara de que con el sistema tradicional de “clase magistral”, el alumno del conservatorio no juega ningún papel en su aprendizaje, y poco a poco se desconecta de nuestra materia. Por ello, estamos decididos a implantar progresivamente pero sin retorno, este método de trabajo en el aula de teoría en el conservatorio.
Así, en la medida en que el grupo lo asimile, se podrá llevar a cabo la estrategia de “Flipped Classroom”. Es decir, será el alumno el que acceda a los contenidos teóricos en casa y el profesor servirá de aclaración en el tiempo de clase. Los contenidos teóricos que serán propuestos por el profesor, consistirán desde textos o presentaciones de diapositivas interactivos a recursos audiovisuales, recursos online y enlaces a sitios web de interés que traten la materia con seriedad y veracidad contrastadas. De manera que el alumno pueda acceder e interiorizar los conceptos de la forma más significativa y dinámica posible, dotando de más relevancia al proceso.

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Renovarse o morir.

«El cerebro se reconfigura durante toda la vida». 
(Bruno della Chiesa)  
Recomiendo la lectura de este artículo sobre las diferencias entre publicar información o transmitir conocimiento. 
No me imagino enseñando lo mismo (contenidos), de la misma forma (metodología) y con los mismos recursos durante los próximos 30 años (o más). 

Así, no concibo mi profesión sin evolución, adaptación, renovación, evolución, etc. 

Tecnología en la Educación sí, pero…

Coincidiendo con el final de curso, iniciamos este espacio, en el que vamos a reflexionar y recoger artículos sobre educación y su especial y compleja relación con la tecnología, en busca de mejorar como docente y colaborar con la comunidad educativa a través de la innovación educativa. Además, y curiosamente, se acaba de publicar el artículo «Mucho ruido y pocas nueces. Informe del Parlamento Europeo sobre educación y tecnología”, al que os animamos a echar un vistazo. Digo curiosamente porque en el artículo se debaten aspectos que me traen ocupado estos días, con algunas reflexiones a cerca del uso de las tecnologías este curso que acaba. “Mi consejo es ser valientes pero a la vez prudentes”, apunta Rafael Rivera sobre el actual uso de la tecnología en educación. Esas reflexiones coinciden con las que conforman el cuerpo de esta primera entrada.

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