Reflexión sobre el uso de las TIC en un conservatorio.
Termina un curso usando en gran medida nuevas tecnologías de información y comunicación enseñando armonía y análisis musical a estudiantes adolescentes: compartir información, materiales y ejercicios. Desarrollar cuestionarios en Google. Email para comunicaciones. Etc.
Muchos de mis alumnos de este curso -con las circunstancias que trae cada uno consigo-, no usan el potencial (tampoco se les está enseñando a hacerlo) de las TIC y los nuevos dispositivos como herramientas de información y producción de contenido. No saben. Solo las usan para jugar y para las redes sociales. El uso por mi parte de las tan famosas TIC no ha ha sido determinante para que mis alumnos mejoren su aprendizaje en casi nada. Habría obtenido el mismo resultado mediante una metodología tradicional. Al contrario, se han aprovechado de las carencias de este método para evitar realizar determinadas tareas enmarcadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, tales como realizar y enviar trabajos y ejercicios digitalmente, consular los materiales almacenados y compartidos en la nube, buscar información en la inmensidad de internet, producir presentaciones correctas y coherentes, diseñar recursos audiovisuales, etc. La mayoría de estas tareas, habiéndolas encargado en papel y para realizar y entregar en persona en el aula en una fecha concreta, no habrían podido evitarlas.
Tras este curso, hago autocrítica, debo hacerla! Mi evaluación de la práctica docente es -en general- negativa en cuanto al uso de la tecnología. He comprendido que no siempre es positivo su uso. Es de capital importancia para usar nuevos métodos y herramientas, tener muy en cuenta cada factor que rodea al alumnado. Personalmente concluyo que, por ahora, al trabajar con un grupo de las características generales de mis alumnos de este curso, solo usaré la tecnología para la gestión del curso, por y para mí mismo: diario de clase, gestión de contenidos (recopilación, producción, edición, almacenamiento, etc), sin involucrarlos en estas tareas irrelevantes en el proceso mismo de enseñanza-aprendizaje. Pues usar TIC con alumnos que no saben usarlas, solo sirve para hacerles (hacerme) perder el tiempo y para justificar su dejadez y sus escaqueos. Para ellos queda reservado lo que, en general, siguen demandando: información y reglas específicas para memorizar y poner en práctica en ejercicios cerrados, concretos y mensurables. Les sigue importando más la nota que el proceso. Todo con tal de que el aprendizaje sea cómodo y con tal de «trabajar e implicarse” (en el proceso) lo menos posible. Lo de la búsqueda, la investigación, el aprendizaje en el pensamiento crítico… en mi vida docente real siguen siendo leyendas urbanas.
Querido Juan
Estoy de acuerdo en varios de tus apuntes en esta entrada, tales como que para los alumnos es más importante el resultado de la nota que el aprendizaje en sí mismo, y la ley del mínimo esfuerzo antes que el proceso del adquirir unos conocimientos que van a ser a veces cruciales en su posterior desarrollo profesional.
Yo también he intentado varias veces aplicar las TIC al proceso de la enseñanza en el aula: en la individual y en la colectiva de instrumento y en asignaturas como Edición Musical o Informática Musical. Muchas veces con resultados desesperantes.
Está claro que la mayoría de los alumnos no poseen unos conocimientos básicos de manejo de las nuevas tecnologías y nos toca enseñar, además de música, los rudimentos del manejo de herramientas como la plataforma Moodle o los discos virtuales muchas veces.
Por ello, creo que debemos seguir abriendo caminos (cito el artículo de ‘Mucho ruido y pocas nueces’: «aunque ciertamente todavía tenemos pocas certezas de cuál es el camino adecuado a seguir»), o al menos buscándolos, lo cual nos convertirá en docentes implicados (con una especialidad y pasión como es la música) y no sólo en músicos que tienen que enseñar música con desgana para poder comer.
Encontraremos así mismo alumnos motivados y otros que controlan las TIC exclusivamente para buscar los videos de gatos en la red… el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
Nosotros a lo nuestro, que es enseñar la música que sabemos con nuestra mayor ilusión y con todos los medios disponibles.
Yo ya tengo en marcha ideas para aplicar, probar (funcionamos en esto como en el clásico «ensayo y error» de toda la vida pero con medios actuales) y desarrollar el curso que viene en mis clases (equipo directivo mediante, jejeje).
¡Felices vacaciones para cargar las pilar y recargar las ideas!
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